jueves, junio 10, 2010

SME: "¡Unidad, unidad, unidad!"

Numerosos grupos de trabajadores comenzaron a reunirse en la banqueta alrededor del Monumento de la Independencia y sobre las aceras de la avenida del Paseo de la Reforma para participar en la marcha convocada por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) junto con el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares (SNTMMSRM) y el de Sindicato de Telefonistas (STRM). Martín Esparza, secretario general del SME llegó puntual y se integró en la vanguardia del contingente de los trabajadores electricistas.





La vanguardia de la marcha fue avanzando entre consignas y cánticos hasta rebasar el monumento a Cuauhtémoc, en el cruce con la avenida de los Insurgentes, haciendo lugar a que los demás contingentes se fueran integrando en el Monumento a la Independencia a la retaguardia.





Numerosas pancartas, pendones y mantas dejaban claro el repudio de los trabajadores a las decisiones del gobierno federal y su agresiva actitud contra los movimientos obreros.





Cuando la descubierta llegó al cruce con la avenida Bucareli, la retaguardia de la marcha apenas salía del punto de inicio en el cruce con la calle de Florencia. Varios grupos avanzaron por la avenida Juárez, la cual estaba protegida en las aceras por decenas de elementos del grupo de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del D.F., quienes fueron desplegados para proteger algunos edificios de potenciales actos vandálicos de los grupos que también se manifestaban ese día por conmemorar un aniversario más del trágico 10 de junio de 1971, el llamado "Jueves de Corpus Christi", en donde grupos paramilitares entrenados por el gobierno asesinaron y golpearon a estudiantes que se manifestaban.




Para evitar algún tipo de conflagración, el contingente principal del SME, con Martín Esparza al frente, decidió no entrar por la avenida Juárez sino seguir de frente por la avenida Paseo de la Reforma hasta la avenida Hidalgo y entrar por Eje Central y la avenida 5 de Mayo hasta el Zócalo.




La multitud rodeaba un templete dispuesto en la esquina suroriental de la Plaza de la Constitución, justo enfrente del campamento en donde 25 trabajadores se mantienen desde hace cuarenta y siete días en huelga de hambre. Cuando el contingente principal arribó los miles de participantes coreaban con energía consigna tras consigna.




Martín Esparza finalmente tomó el micrófono y después de saludar y agradecer a los participantes en la huelga de hambre hizo un llamado a los diferentes gremios a unirse en torno de los diferentes problemas que aquejan al País: la crisis en Cananea, la tragedia e impunidad del caso de los niños muertos en la Guardería ABC de Hermosillo, la inseguridad y falta de garantías de las poblaciones del municipio autónomo de San Juan Copala y, como alguien desde el público tuvo a bien recordarle, las agresiones y indebidas detenciones en el caso de Atenco. "¡Unidad, unidad, unidad!" fue el grito de los presentes en el templete, mismo que fue repetido por miles de voces al unísono.