Ayer en Cuernavaca, Morelos, la Policía Federal (PF) agredió a los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), como puede leerse en esta crónica del periódico La Jornada. No bastó golpear a los manifestantes con sus escudos, sino que la PF les disparó con lanzagranadas de gases lacrimógenos cuyos proyectiles hicieron impacto en cabezas, piernas y abdomen de quienes protestaban pacíficamente. Por esta agresión el SME convocó para el día de hoy a una marcha de protesta desde el campamento donde se lleva a cabo la huelga de hambre en el Zócalo de la Ciudad de México hasta la residencia oficial de Los Pinos.
La plancha del Zócalo de la Ciudad de México está ocupada por varios campamentos: del SME, de los habitantes de Copala, de miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Los transeuntes pasaban por entre las carpas a sus cotidianas actividades mientras varias personas en apoyo al SME les repartían volantes que leían con interés.
Algunos de los participantes en la huelga de hambre, a quienes se les nota los estragos del ayuno, observaban como la gente comenzaba a reunirse frente al campamento de la desesperada protesta, que hoy cumple ya treinta y cuatro días, bajo el sol y la lluvia, soportando el incesante ruido, los cambios de temperatura, fuertes ataques físicos y mediáticos pero sobre todo la indiferencia de la llamada clase gobernante a sus reclamos de justicia laboral.
A esa misma hora estaba anunciada la marcha de la CNTE. Los miles de concurrentes se intentaban organizar frente al Palacio Nacional mientras que otros miles arribaban al Zócalo por la calle de Madero. Al dar las 10 de la mañana los miembros del SME comenzaron a agruparse a un lado del campamento en donde se lleva a cabo la huelga de hambre. Frente a ellos, ordenadamente y en extraño silencio, miles de participantes de diferentes regiones del País de la CNTE pasaban sin voltear siquiera al campamento del SME ni a los que con sus pancartas y consignas estaban junto a ellos, viviendo una situación que probablemente sea premonitoria para la mayoría de los trabajadores organizados de México.
Tras observar por poco más de una hora a que pasaran quienes habían llegado a la capital del País en decenas de autobuses para nutrir la marcha de la CNTE, los integrantes del contingente del SME recibieron el apoyo solidario de los representantes de dos regiones, una de Oaxaca y otra de Zacatecas, con quienes intercambiaron consignas con emoción.
Finalmente, cuando pasaron todos los participantes de la marcha de la CNTE, el vigoroso y entusiasta grito del SME se dejó escuchar al unirse a la retaguardia de la manifestación. El ordenado grupo de mujeres y hombres de todas las edades, alineados tras una gran manta con el texto "Huelga de hambre, solución" avanzaron por la avenida Pino Suárez, encabezados por Fernando Amezcua, vocero del SME, siguieron al contingente de la CNTE, quienes dieron vuelta hacia el poniente por la avenida José María Izazaga para dirigirse hacia las instalaciones de Televisa Chapultepec y de ahí a la Secretaría de Gobernación, en el Palacio de Covián en Bucareli.
Media hora después de haber salido del Zócalo el contingente del SME tuvo que detenerse dado que los manifestantes de la CNTE dejaron de avanzar concentrándose la vanguardia de la marcha frente a las oficinas y estudios de Televisa en la Avenida Chapultepec número 18.
Pasaron más de 45 minutos sin que la columna de miles de personas se moviera mientras iniciaba una fuerte lluvia de finales de la primavera mientras maldicientes ejecutivos de Televisa se refugiaban en la cafetería "La Buena Taza" sin poder entrar a sus oficinas al tiempo que miembros de la CNTE derribaban un portón de las instalaciones de la televisora.
viernes, mayo 28, 2010
SME: "No puedes ser indiferente"
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