domingo, mayo 30, 2010

Pelele Alert: "¡Espurio usurpador!"

Ayer a las 23:41 horas recibí un mensaje SMS en el que se llamaba a la Resistencia Civil Pacífica (RCP) a protestar por la presencia de Felipe Calderón Hinojosa, quien usurpa la presidencia de México desde el 1 de diciembre de 2006, citando a los ciudadanos a las 9 de la mañana frente al Sanborns en la esquina de Río Tíber y la avenida Paseo de la Reforma. Un par de consultas por Internet nos permitió saber que se trataba del "Homenaje a los restos de los héroes de la Patria", eufemismo con el que el Gobierno Federal denominó el traslado de unos trozos de carbonato de calcio con rastros de proteínas secas.





Llegamos poco antes de las ocho y media al tramo de la avenida Paseo de la Reforma entre la fuente de la Diana Cazadora y el Monumento a la Independencia: había vallas metálicas que restringían el paso de los peatones desde el cruce con la avenida Sevilla hasta la calle de Génova y Río Sena. Por el oriente desde avenida Chapultepec, aislando la avenida Florencia y Río Tíber hasta la calle de Río Lerma. El espacio estaba ocupado por varios cientos de militares con uniforme de batalla y portando armamento de alto poder. Miraban de reojo intimidantes a quienes osábamos tomarles fotografías, permaneciendo incómodos en sus corrales.




Cientos de elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) custodiaban los puntos de acceso por Río Lerma y Río Tiber y en la lateral de avenida Paseo de la Reforma, impidiendo el paso a quienes no vivieran en la zona o se identificaran como invitados. Un par de vehículos Hummer descubiertos y equipados con armas de calibre grande estaban estacionados junto con equipos de la Policía Federal (PF). Entre los arbustos del camellón se encontraban ocultos decenas de soldados con camuflaje y con armas largas, algunos de ellos usaban máscaras que ocultaban sus rostros.


Regresamos por la calle de Génova intentando encontrar alguna via que nos permitiese acercar al área en donde se llevaría a cabo la pomposa ceremonia militar. Caminamos por la angosta calle de Estrasburgo sólo para encontrar más vallas y retenes del EMP. Sin embargo, al llegar a la esquina de la calle de Amberes descubrimos que no había más que la valla que impedía cruzar hacia el camellón lateral de avenida Paseo de la Reforma. De esta manera llegamos hasta la esquina donde una cafetería Starbucks permanecía dando servicio. Avancé por la banqueta cruzando la calle de Estocolmo sin que ninguno de los miembros del EMP o de los soldados me dijera algo. Bastó que tomara un par de fotografías para que se acercaran dos miembros del EMP para indicar que no estaba permitido tomar fotografías. Conminados por mi a responder por qué de la prohibición, uno de ellos sugirió que por qué no mejor avanzaba hasta la esquina con la avenida Florencia, lo cual era justo lo que quería hacer. Me franquearon el paso por un retén frente a una tienda "Extra" y logré llegar a la esquina donde minutos más tarde arribarían los Secretarios de Estado invitados a la ceremonia y poco después, el usurpador mismo. En esa área se encontraban cuatro policías de la SSP-GDF y media docena de ciudadanos que, atrapados por las vallas y el operativo, esperaban que este concluyera para regresar a la normalidad del paseo dominical por la avenida Paseo de la Reforma.




Frente a mi cámara vi bajar de sus camionetas blindadas Alonso Lujambio Irazábal, Secretario de Educación Pública (SEP), a Francisco Javier Mayorga Castañeda, Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), a Javier Lozano Alarcón, Secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), al Almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza de la Secretaría de Marina (SEMAR) y finalmente al Secretario de la Defensa Nacional (SEDENA), el General Guillermo Galván Galván y a Fernando Francisco Gómez-Mont Urueta, secretario de Gobernación (SEGOB).







En esos momentos arribaron varias camionetas más, blindadas también y con antena GPS. De una de ellas descendieron los altos mandos del EMP, entre ellos el coordinador del operativo, quien al verme, movió con insistencia sus manos indicando que nos desalojaran del área en donde nos encontrábamos, indicando con ello que por ahí arribaría el usurpador. Varios miembros del EMP nos solicitaron que nos moviéramos unos metros hacia la calle de Berna. Conminados por ellos nos acomodamos frente a la valla unos cinco metros más adelante. Cuando nos volvió a mirar el coordinador del operativo, agitó sus manos de nuevo para ordenar a su tropa que nos quitasen de ahi. Varios ciudadanos protestaron la medida y se negaron a mover.



Los policías de la SSP-GDF le explicaban a un ciudadano que tenía que moverse de ahí, cosa que él se negaba a hacer. Después fueron conmigo, me solicitaron que me retirara. Les expliqué que no había nada que impidiera mi presencia en ese lugar y dado que ni siquiera estaba tocando la valla del EMP ni pretendia saltarla ahí me iba a quedar. Uno de los policías del GDF, en modo conciliador, me explicó que el operativo no estaba en sus manos, sino bajo el control de "ellos", señalando con la mirada al EMP y el Ejército. Ante mi respuesta de que yo era un habitante de la Ciudad de México y no estaba infringiendo ley alguna, el otro policía me indicó que "ya tenía al EMP atrás de mi", me volví y me encontré con la sonriente mirada de quien más tarde me enteraría era el Teniente Coronel Bedoy, quien me indicó que tenía que retirarme de ahí. Argumentaba con él cuando llegó el coordinador del operativo del EMP y mirándome a los ojos me dijo: "por favor, por favor, retírese usted de aquí".



Viendo que no tenía otra opción, encaré a Bedoy quien entonces me ofreció llevarme él mismo al acceso de público y prensa, del lado poniente del Monumento a la Independencia, en la calle de Río Lerma. Le dije que no era más que un ardid para sacarme del área, a lo que me respondió que no, que tuviera confianza en él, "total, ya nos conocemos de muchas otras ocasiones" me comentó. Lo seguí hasta el retén principal en la esquina con la calle de Génova mientras se trataba de comunicar por radio con el oficial a cargo de ese acceso. Una vez que llegamos a la esquina de Río Sena y Reforma ordenó al Teniente Jorge Serrano del EMP a que nos acompañara a mi y otros tres ciudadanos hasta el acceso principal de la prensa, donde finalmente hizo que pudiéramos pasar.




Deambulé por la zona designada al público, dado que el área para la prensa estaba incómodamente atiborrada. Tomé algunas fotografías de soldados en catatónica y marcial actitud mientras anunciaban las palabras de Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Aburrido me dirigí hacia la salida de la calle de Río Tiber. Me detuve a ver a varios individuos que llevaban a cabo una protesta por las celebraciones del Bicentenario, dado el estado actual del País, utilizando para ello un dibujo con los personajes de La Familia Burrón del recién fallecido Gabriel Vargas:




A lo lejos, del otro lado de la valla metálica, vi al coordinador del operativo del EMP, quien al mirarme se acercó y me dijo: "Muchas gracias". Lo miré atónito y me acerque a la zona de prensa justo cuando por el potente sonido local se anunciaban las palabras del "Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos". Se escucharon unos particularmente escasos aplausos y unos segundos de silencio. Tomé aire y grité lo más fuerte que pude "¡Espurio usurpador!". Mi voz retumbó en el silencio e hizo eco en la fachada de los edificios cercanos.



El usurpador me escuchó. La mirada de los miembros del EMP, de la prensa y del público que me rodeaba heló el ambiente. Satisfecho guardé mi cámara y me retiré de la ridícula ceremonia.