martes, julio 20, 2010

SME: Cadena humana a Los Pinos

Independientemente de los discursos emanados del Comité Central y las maniobras políticas en las altas esferas del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) lo que mantiene vivo a su movimiento es su base trabajadora, más de 17 mil en resistencia pacífica que no han aceptado la liquidación por parte del gobierno federal.





Atendiendo al llamado del jefe de gobierno capitalino de suspender las movilizaciones que afectasen el transito, más de tres mil agremiados al sindicato se dividieron en varios contingentes y acudieron a las embajadas de los gobiernos de Estados Unidos, Argentina, España, Francia, Alemania, Sudáfrica, India, Cuba entre otras, para informar sobre la demanda de Patrón Sustituto y de la situación de la huelga de hambre que se mantiene desde hace 87 días en el Zócalo de la Ciudad de México.





Cerca del mediodía los miles arribaron a las inmediaciones de Los Pinos para comenzar una cadena humana por las dos aceras de la avenida del Paseo de la Reforma, desde la Av. Chivatito hasta el Museo de Arte Moderno, para exigir respuesta a la petición de audiencia con Felipe Calderón que hizo el Ingeniero Cayetano Cabrera Esteva, quien hoy cumplió 87 días en huelga de hambre.





Eran dos y medio kilómetros de pancartas y consignas, la mayoría traía una ampliación de la fotografía de Cayetano que alzaban y mostraban a los automovilistas quienes sorpresivamente atendían y les animaban con el pulgar hacia arriba o con un par de claxonazos -"hace rato pasó una señora en un carrazo, bajó la velocidad y nos gritó esmé, esmé"- comentó Juan, ciudadano que apoya a los trabajadores desde iniciado el conflicto y concluyó -"estoy seguro que la gente sabe la injusticia que se cometió con 44 mil trabajadores de Luz y Fuerza."





Las movilizaciones no han terminado sólo que estas son diferentes y siguen siendo pacíficas, -"seguiremos informando a la ciudadanía por medio de brigadas en los mercados o plazas públicas, esperamos que exista una pronta y justa solución, porque estamos convencidos que la razón está con nosotros y si no, me dejo de llamar como me llamo." dijo con fuerza don Justino Sánchez, paradójico nombre para un hombre que busca le devuelvan sus sueños de toda una vida de trabajo.




Varios turistas nacionales y extranjeros se acercaban curiosos e interesados por el motivo de la manifestación, leyendo y tomando fotografías de los carteles y de la energía de la gente que protestaba por sus derechos.