viernes, octubre 01, 2010

Ni perdón ni olvido: octubre 2010: "¡Ni PRI, NI PAN...!"

Una vez más –como cada mes– los ciudadanos miembros de la Resistencia Civil Pacífica (RCP) acudieron a la cita frente a la puerta principal de la residencia oficial de Los Pinos para recordar que el que ocupa el cargo de Presidente de la nación es un usurpador, un pelele impuesto por quienes ayudaron a despojar al pueblo de México de su voto en el 2006, y para quien no habrá nunca ni perdón ni olvido.




Los ubicuos elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) miraban al contingente ciudadano avanzar por la avenida Parque Lira agitando banderas, pancartas y coreando con energía "¡Es un honor estar con Obrador!". Varias cámaras de video y fotofija, operadas por sospechosos reporteros del "Bucareli News" registraban los rostros y las acciones de los manifestantes, así como una cámara de la empresa Televisa que en primera fila grababa la protesta.



La oradora mencionó que –al igual como la derecha intentó el día de ayer un infructuoso golpe de estado en contra de la democracia de Ecuador, al mantener la Policía Nacional retenido al presidente Rafael Correa hasta que fue rescatado por las fuerzas del Ejército– en nuestro país están quienes detentan el poder criminalizando la protesta civil, equiparando el descontento social con actos criminales.



Hizo hincapié en que el poder ejecutivo ha solicitado enormes aumentos al presupuesto para seguir armando a la Policía Federal, al Ejército y a la Armada, quitando dinero destinado a la cultura, a la educación y a la salud para mantener lo que el usurpador ha llamado la "guerra vs. el narco", pantomima sangrienta que hasta el momento ha dejado un saldo de más de 30 mil mexicanos muertos.




Para concluir con la acción de protesta la RCP entonó el himno nacional para posteriormente retirarse, no sin antes mencionar que la próxima cita, el lunes 1 de noviembre, se realizará una "ofrenda de muertos", por lo que se invitó a que se fuera haciendo acopio y se prepararan los elementos necesarios para levantar el altar mortuorio para el usurpador.