domingo, marzo 21, 2010

Pelele Alert: De pisa y corre en el Hemiciclo a Juárez

A pesar que la agenda que aparece en el sitio de la Presidencia (espuria) de la República mencionaba que la ceremonia por el natalicio del Benemérito de las Américas se realizaría en el Palacio Nacional, desde las cuatro de la mañana los elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) y granaderos de la Policía Federal (PF) tomaron la Avenida Juárez, desde Balderas hasta el Eje Central Lázaro Cárdenas, restringiendo con cientos de vallas metálicas todo el acceso a esa área.




Media hora antes de las ocho de la mañana comenzaron a arribar los convoyes de camionetas blindadas llevando en su interior algunos de los invitados del Gobierno Federal a la ceremonia que se llevaría a cabo en el Hemiciclo a Juárez, entre ellos Francisco Ramírez Acuña, quien llegó en su camioneta de 800 mil pesos a las 7 con cuarenta y ocho minutos.




A las ocho con 50 segundos los nerviosos movimientos de los miembros del EMP anunciaron la llegada del usurpador en medio de un gran despliegue de seguridad. Los miembros de la Resistencia Civil Pacífica que se estaban reuniendo para asistir a la Asamblea con Andrés Manuel López Obrador comenzaron a lanzar consignas. Sus enérgicos gritos se escuchaban por la vacía Avenida Juárez recorriendo los escasos 200 metros hasta el monumento de mármol blanco.



Instantes más tarde se comenzaron a escuchar melodiosas notas del movimiento "allegro" de un concierto para violín y cuerdas del opus 12 de Antonio Vivaldi, música con la que el EMP pretendía ocultar las consignas en contra del espurio lanzadas por la RCP (ver [RCP] Entre tablones y canciones de cantina). Los ciudadanos redoblaron la energía y brío de sus gritos, obligando al EMP a subirle el volumen de la pieza barroca.



En vista de ello, se decidió emplear la técnica que se utilizó durante el Grito del Pueblo en septiembre de 2007: se esperó al cambio de movimientos entre las piezas de Vivaldi y justo después que los violines dejaban de tocar, los breves segundos de silencio eran llenados por potentes gritos de "¡Obrador, Obrador, Obrador!"



Ocho minutos después de haber llegado, quien usurpa la presidencia de la República se alejó con celeridad, dejando a su sempiterno séquito de miembros del EMP recogiendo sudorosos los cientos de vallas metálicas. Los miembros de la RCP avanzaron de cara al Sol hasta el templete que horas más tarde recibiría a Andrés Manuel López Obrador.