Ciudadanos miembros del Movimiento Rebelde acudieron el día de hoy a liberar de las "malas vibras" que la presencia armada del presidente usurpador haya dejado, durante su brevísima visita el sábado pasado, al Hemiciclo a Juárez.
Al llegar al monumento de mármol una extraña sensación irradiaba de la alba piedra, no se sabía bien si por la presencia del usurpador en el lugar cuarenta y ocho horas antes, o por los intensos rayos del mediodía primaveral.
El chamán preparó sus instrumentos y utensilios, hizo sonar en varias ocasiones el atecocolli en varias direcciones, mientras los asistentes se tomaban de las manos deseando que la presencia del espurio sea borrada del monumento al benemérito de las Américas y del país entero.
Al final del acto, que si bien fue breve duró al menos el doble que la presencia del usurpador el sábado pasado, los asistentes se retiraron seguros que el Hemiciclo había quedado completamente "limpio".