domingo, noviembre 22, 2009

"¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros?"

Muy temprano la mañana de este domingo 22 de noviembre un mensaje electrónico de Twitter decía: @ArturoMN: Saliendo de Acapulco rumbo a la asamblea de @lopezobrador_. Eran las 6:30 apenas, las calles aun lucían tranquilas y en las esquinas del Centro Histórico de la Ciudad de México los tambos de tamales y atole expedían su habitual vapor en espera de que los hambrientos viajeros comenzaran a llegar para ser consumidos.




Esta es la fiesta de la gente, la fiesta para no olvidar el fraude y para conmemorar tres años de resistencia, de trabajo y de lucha. Poquito a poco la plancha del Zócalo, que apenas el día de ayer estuvo ocupada por militares, comenzó a llenarse de hombres y mujeres libres de todo el país hasta que no cupo un sólo alfiler, miles de personas quedaron varadas en las calles aledañas a la Plaza de la Constitución como las de 5 de Mayo, Madero y 20 de Noviembre. "¿De dónde viene usted?" me pregunta un señor "Soy de aquí" le digo "¿y usted?" le pregunto y orgulloso contesta "Vengo desde Los Cabos." y así llegaron miles de todos los rincones de la República a la esperada cita con el Gobierno Legítimo de México.




En el templete, la casta del movimiento ya presente, haciéndose notar y listos en posición, todos estaban ahí; políticos, periodistas, científicos, escritores, cineastas, actores, en fin, todos en espera a que dieran inicio los discursos de Martha Elena Luján y del Secretario General del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza "Esmé, esmé, esmé" gritaron las fuertes gargantas de los miles de sindicalistas que ahí se congregaron, cuando a la mitad del discurso de su líder, comenzó un inusual tañer de las campanas de Catedral que no inmutó el discurso de Esparza.




Cuando llegó el turno del presidente legítimo de México, el sol caía a plomo sobre nuestras cabezas y los miradas de todos los presentes, hasta los militares que fotografiaban todos los detalles de la asamblea desde palacio nacional, estaban atentos y así ante decenas de miles, fue presentado un nuevo Proyecto Alternativo de Nación con 10 postulados:





  1. Rescatar al Estado y ponerlo al servicio del pueblo y de la nación.
  2. Democratizar los medios masivos de comunicación.
  3. Crear una nueva economía.
  4. Combatir las prácticas monopólicas.
  5. Abolir los privilegios fiscales.
  6. Ejercer la política como imperativo ético y llevar a la práctica la austeridad republicana.
  7. Fortalecer al sector energético.
  8. Alcanzar la soberanía alimentaria.
  9. Establecer el Estado de bienestar.
  10. Promover una nueva corriente de pensamiento.






Para esto López Obrador, como siempre, preguntó "¿Están dispuestos en hacer un mayor esfuerzo para llevar a cabo ésta revolución de las conciencias?" La asamblea asintió y el compromiso se pactó a mano alzada, reafirmando que para este movimiento hay valores más elevados que las propias aspiraciones personales.





Para concluir citó al periodista y pensador oaxaqueño, a 87 años de su muerte, Ricardo Flores Magón: "Apresuremos la llegada de ese día radiante en que caiga para siempre la tiranía y surja la esperada democracia con todos los esplendores de un astro que jamás dejará de brillar en el horizonte sereno de la patria."







Ya de regreso, en un vagón del metro, un hombre bien vestido, se acercó a una pareja con camisetas del SME "¿Son del Sindicato?" les preguntó a lo que ellos, un poco temerosos, asintieron. "Lo único que les quiero decir es que sigan resistiendo, que sigan aguantando..." el tren había llegado a la estación donde ya no puede escuchar más esa conversación.