Como cada mes, la resistencia civil pacífica se reunió frente a la puerta número 1 de la residencia oficial de Los Pinos para recordarle una vez más al presidente usurpador que no habrá ni perdón ni olvido por haberse robado la elección presidencial. La visita mensual estuvo dedicada a protestar por la privatización de PEMEX y el alza en el precio de las gasolinas.
Gerardo Fernández Noroña llegó con una efigie de Agustín Carstens a la cual se le aplicaron técnicas chinas de acupuntura para ayudarle a reducir de peso o bajar el precio de la gasolina. Como de la oficina de la presidencia espuria nadie salió a recibirla, la efigie tuvo que ser entregada por "via aerea".
Al final de este acto se cantó el Himno Nacional y se procedió a atender un PELELE ALERT que tendría lugar en el Tótem Canadiense del Bosque de Chapultepec, en donde el presidente espurio celebraría con quince días de atraso el XX Aniversario del Protocolo de Montreal, firmado el 16 de septiembre de 1987. ¿Se habría escogido justo el día de hoy para celebrarlo dado que es lunes y, como siempre, el parque del Bosque de Chapultepec permanece cerrado?
Las fuerzas del Estado Mayor Presidencial se apresuraron a bloquear la entrado sur de Los Pinos con varias filas de vallas metálicas, pero esa puerta no era el objetivo de la resistencia civil pacífica, quienes avanzaron hacia el oriente hasta la puerta de acceso público siguiente, punto más cercano al Tótem Canadiense en donde se llevaría a cabo el acto, pero las cerradas rejas de Chapultepec hacían que éste quedara muy lejano, a poco más de quinientos metros, distancia que tornaba poco práctico cualquier tipo de acción. Al mismo tiempo, la calzada hacia el Tótem Canadiense estaba resguardada no sólo por los miembros del EMP, sino que dos camiones de la Polícia Federal Preventiva (PFP) descargaban a sus ocupantes medio centenar de metros adelante.
Ya para esa hora se habían reunido poco más de centenar y medio de miembros de la resistencia civil pacífica, más una docena de reporteros de varios medios informativos. Mientras unos miembros de la resistencia civil pacífica lanzaban consignas por el altavoz, otros pegaban cartulinas con frases en las que se conminaba a no privatizar PEMEX. Un intrépido compañero de la RCP trepó por las rejas para colocar en lo alto varias mantas más.
En esos instantes la compañera Ofelia, dado lo pequeña que es, logró deslizarse por abajo de la puerta de las rejas y de inmediato comenzó a increpar y cuestionar a los miembros del EMP que la miraban azorados. Rápidamente decenas de miembros del EMP comenzaron a llegar cargando vallas metálicas para cubrir el acceso, con lo que no sólo se evitaba que más miembros de la resistencia civil pacífica intentaran colarse, sino que impedían que Ofelia lograra salir de ahí. Una rápida negociación de Fernández Noroña con el EMP y la aplicación del sentido común por ambos bandos hicieron que el incidente terminara rápidamente, al permitir que la valiente mujer regresara con los demás miembros de la resistencia civil pacífica.
Dada la distancia al objetivo y de que aun faltaba más de una hora para el acto del presidente usurpador, se decidió dar por terminada la acción de resistencia civil pacífica, pero no sin antes lanzar un copioso ataque por parte de la fuerza aérea de la RCP y volver a cantar el Himno Nacional.