Al diez para las doce la resistencia civil pacífica, llegó a las inmediaciones del Palacio Nacional. Un impresionante dispositivo de seguridad había sido desplegado en el Zócalo capitalino, ahora no sólo por las fuerzas del EMP y la PFP, sino por cientos de granaderos del SSP del GDF.
Gerardo Fernández Noroña, al descubrir un craso error en la logística del operativo logra llegar hasta la Plaza de la Fundación, justo en frente del edificio de la SCJN y a un costado del edificio del GDF. Ahí se encontró con un centenar de elementos del EMP y de granaderos del GDF que le impidieron ejercer su derecho de libre tránsito, ya que ni siquiera había sido instalada valla alguna en ese lugar.
Al ver que Fernández Noroña no cedía en su intento por llegar hasta la acera, cientos de elementos del EMP y de la PFP comenzaron a salir del interior del Palacio Nacional, reforzando con más rejas el cerco a la resistencia civil pacífica.
Varios de los elementos de la PFP portaban máscaras antigas, además de cargar lanzagranadas. Cuando observaron que eran fotografiados, desaparecieron por la calle de Corregidora.
Durante la tarde, varios elementos "infiltrados" sin pudor relataban lo que observaban entre el grupo de la resistencia reunido con Gerardo Fernández Noroña. Frente a ellos, el numeroso contingente de la resistencia civil pacífica y la enorme lona de 80 metros no descansan lanzando consignas contra el presidente usurpador.
A las cinco de la tarde los "invitados especiales" anunciados por Noroña intentaron llegar por tierra a Palacio Nacional, al ser esto imposible, tuvieron que ser entregados por "vía aerea".
La resistencia civil pacífica se apuntó un triunfo más, al haber hecho que el presidente usurpador haya optado por no presentarse en Palacio Nacional. La resistencia civil pacífica cumplió su palabra, cosa que este día no todos pueden decir.
El plantón seguirá durante toda la noche y hasta el día de mañana.