En punto de las diez de la mañana un centenar de personas, en su mayoría de la resistencia civil pacífica, ya estaba reunida en la Plaza de la fundación de México-Tenochtitlan en el centro histórico de la Ciudad de México para apoyar el acto al que convocó Greenpeace y otras organizaciones ambientalistas y comerciales para impulsar la campaña nacional en defensa de la soberanía alimentaria y la reactivación del campo mexicano.
A este acto con el título -Sin maíz no hay país pon a México en tu boca- un grupo de personas dedicadas al espectáculo también asistió al llamado portando encantadoras sonrisas y un “look “ fresco y desenfadado al lucir camisetas iguales y usando fabulosos lentes para el sol. Alrededor de las 10:30 AM se comenzó a escuchar -¡Es un honor, estar con Obrador! Al oir esto, uno de los invitados especiales exclamó indignado -...!Ashh! le dije a Adelita que tuviera mucho cuidado que no fueran a pasar esas cosas- y fue el momento en que Adela tomó el micrófono y por fin dio comienzo con el evento presentando a los artistas que ya estaban en el pequeño escenario que se montó, pero varios de ellos la interrumpieron diciéndole, -Disculpa, no somos artistas somos actores y actrices.-
María de la Luz Mendoza de Chapela, Luchita, como muchos le dicen de cariño, es madre del científico Ignacio Chapela, quién descubrió y denunció la contaminación del maíz criollo mexicano con transgénicos y ambos como parte importante de la resistencia, han promovido por todos los medios posibles la siembra de maíz ya sea en macetas, camellones y parques.
Luchita fue reconocida como se merece y recibió fuertes aplausos ya que ella fue la principal promotora para que este acto simbólico de siembra de maíz se realizara.
El turno al micrófono era de Cristina Barros y en algún señalamiento que ella hizo en referencia a las tortillas la resistencia gritó ¡No queremos PAN, queremos tortillas! pero inmediatamente los cayó diciendo. -…bueno, por favor, nosotros no estamos en contra de nadie…-
Los discursos que se dieron lamentablemente fueron vacuos, superficiales y adornados con términos sofisticados como genética y frases aprendidas, de esas que suenan siempre bien en los discursos, frases como -nosotros tenemos el compromiso social.-
Los comprometidos sociales e incansables luchadores, como Vanesa Bauche, Bruno Bichir o Julieta Egurrola quienes se dirigieron a la concurrencia, no mencionaron que Grupo Maseca utiliza maíz transgénico en sus productos y que es uno de responsables del alza en su precio.
A las once de la mañana la siembra del maíz todavía no comenzaba y la resistencia civil pacífica, al darse cuenta de que se trataba de un acto meramente mediático, aunque con fines honorables, decidió emprender la retirada y abandonar el acto al grito de ¡Re-sis-tencia! ¡Re-sis-tencia! para dirigirse hacia su acostumbrada asamblea dominical en el Hemiciclo a Juárez.
En la asamblea Luchita tomó la palabra y dijo que se sentía traicionada por las personas que organizaron ese evento, comentó que la idea de la siembra del maíz es parte de la resistencia y que no está de acuerdo que se hagan actos separados como ese. Aseguró que ella es parte de la resistencia porque reconoce el gran trabajo que realiza AMLO. Lo único que ella quiere, dice, es que se siembre maíz mexicano.
En la asamblea se expusieron los puntos del porque del abandono de esa acción que nunca quiso ser una acción de resistencia y se invitó a asistir a las actividades que se realizaran a lo largo de la semana.