Decenas de personas dirigían sus pasos escaleras eléctricas inservibles para arriba de los alfombrados pasillos que conducen en las entrañas del hotel Sheraton Alameda al vestíbulo del inmenso salón en donde se llevó a cabo el acto de hoy. La resistencia civil pacífica estuvo presente y sus gritos y consignas a favor de Andrés Manuel López Obrador hacían eco en cientos de personas más que coreaban epítetos dirigidos contra Nueva Izquierda en general y de los "Chuchos" en particular. Los largos minutos que duraban los gritos entusiastas de apoyo a AMLO eran respondidos por vergonzantes y extraños silencios por parte de los otros. Muchos de los que en silencio escuchaban los gritos de apoyo a AMLO se quedaban mirando, aparentemente sin entender demasiado qué era lo que sucedía.
Cuando Andrés Manuel habló frente a un expectante auditorio, repleto de teléfonos celulares que intentaban preservar una fracción de imagen de esos momentos, muchos, la mayoría captaba palabra a palabra cada uno de los quince puntos descritos. Otros, los menos, tal vez agobiados por el extremo calor que se sentía en el lugar, tal vez agobiados por no entender qué no entendían, salían de la sala a para encontrarse a algún puesto de venta de libros de "La mafia nos robó la Presidencia".
Al acabar el acto, Andrés Manuel López Obrador salió por una de las puertas al vestíbulo, para encontrarse con centenares de personas que intentaban saludarlo.