En punto de las once de la mañana la nutrida procesión marchó en silencio al compás del golpe de un par de tambores hacia la puerta número uno de Los Pinos. La recepción acostumbrada de las fuerzas de la SSP de la Ciudad de México y del Estado Mayor Presidencial ya esperaba a los miembros de la resistencia civil, ahora encabezada por las Viudas de la Democracia.
Al llegar hasta el retén de granaderos, la concurrencia comenzó a recitar un responsorio con los nombres que llevaban inscritos los ataúdes que posteriormente llegaron junto con Gerardo Fernández Noroña. Mientras una sola voz gritaba: “¡Ernestina Asención!” un coro respondía: “Muerta por Calderón.” Luego la voz gritaba: “APPO” y el coro respondía: “¡Reprimida por Calderón!” Y así se fueron enumerando los actos mezquinos que lleva hasta el momento el mal gobierno de Felipe Calderón.
Entre calacas, flores de cempasúchil, veladoras y consignas, se colocó la Ofrenda de Muertos junto varios ataúdes de cartón, incluso, entre ellos, había un par de pequeños ataúdes dedicados al pelele a quien se le increpó que renuncie a la Presidencia de la República. Ni perdón ni olvido para quien se la robó
Durante la protesta, la resistencia aprovechó la presencia de los medios y de los muchos automóviles que por ahí pasaban para promocionar la película Fraude: México 2006. Con Los Pinos de escenario y durante más de una hora decenas de posters fueron mostrados a cientos de personas.