La resistencia civil pacífica se dio cita una vez más en el Palacio de Bellas Artes para repudiar la presencia del presidente usurpador, en esta ocasión con motivo de la inauguración de la exposición sobre Antonieta Rivas Mercado. Y una vez más, el presidente espurio tuvo que entrar por la puerta trasera, protegido como siempre por cientos de metros de vallas metálicas, la ubicua presencia de centenares de elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), que impedían a la gente el libre tránsito por la acera del Palacio de Bellas Artes sobre el Eje Central "Lázaro Cárdenas" y elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), auxiliada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal (SSP-GDF), ahora bajo el mando de Manuel Mondragón y Kalb.
Los ciudadanos gritaban con valor y decisión que PEMEX no debe ser privatizado, penetrando con sus entusiastas y potentes voces el lobby del Palacio de Bellas Artes, en donde se llevaba a cabo la ceremonia en presencia del usurpador.
Para finalizar la protesta los miembros de la resistencia civil pacífica entonaron el Himno Nacional Mexicano antes de retirarse, habiendo hecho que el presidente espurio tuviera que entrar nuevamente de manera furtiva y haciendo patente su miedo ante el pueblo que lo repudia.