Ante el cinismo del gobierno de facto, que descarada y constantemente engaña en campañas publicitarias anunciando “las bondades” del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las organizaciones campesinas, sindicales y sociales salieron a las calles junto con los 21 tractores de la caravana del movimiento de resistencia campesina Francisco Villa después de un recorriendo de más de dos mil kilómetros desde la Plaza de las Banderas en Ciudad Juárez, Chihuahua hasta en el corazón político en la capital del país: la Plaza de la Constitución.
Más de 150 mil almas se reunieron entre el Monumento a la Independencia y el Zócalo de la Ciudad de México para hacer notar el gran descontento, un descontento legítimo y furibundo por la miseria en la que se encuentra el campo mexicano y sus campesinos.
Millones reclaman y miles salieron la última tarde del primer mes del año a exigir que se renegocie el capítulo agropecuario del TLCAN.
La gran marcha en defensa de la soberanía alimentaria apenas es una pequeña muestra, un legítimo reclamo para impedir la entrada de maíz y frijol transgénico o la privatización de los energéticos o para que se derogue la nueva Ley del ISSSTE.
Mientras todo esto sucedía sobre la Avenida Paseo de la Reforma, algunos tractores y otros vehículos, aparentemente de la organización Agrodinámica Nacional, AC, y con placas de Chihuahua, Guanajuato y San Luis Potosí, permanecían estacionados en los alrededores del Monumento a la Revolución: