miércoles, marzo 26, 2008

"¡Nosotros podemos!"

Una semana después, respondiendo puntuales al llamado de Andrés Manuel López Obrador, la gente volvió a llenar la plancha del zócalo capitalino desbordándose por las calles aledañas. En las mesas de registro de las brigadas, personas de todas las edades registraban sus datos para poder participar y aumentar el número del contingente ciudadano listo para defender el patrimonio de los mexicanos.





Mujeres y hombres unidos no por el color de su vestimenta, pero por la conciencia y el valor de defender los bienes de la nación se organizaron, se reunieron y estuvieron presentes frente al templete, en donde miembros del Gobierno Legítimo de México, del Frente Amplio Progresista, intelectuales y artistas esperaban al presidente legítimo de México, en una clara demostración de fuerza, no solamente hacia el gobierno de facto, sino hacia el interior del PRD. Quedó claro que no se tiene miedo.






Andrés Manuel López Obrador fue claro y contundente: "no vamos a dar ni un paso atrás, aunque se nos vengan encima en los medios de comunicación. Vamos a defender nuestros ideales y nuestros principios."





Colocado el atril del presidente legítimo justo enfrente de las entusiastas mujeres que vestidas de blanco celebraban y reafirmaban cada palabra de Andrés Manuel, la prensa fue relegada a un costado del templete, en un mensaje curiosamente coherente. Así, entre cables colgantes, estructuras metálicas, banderas nacionales y la robusta persona de Dante Delgado, los profesionales de los medios tal vez entendieron el mensaje.

"Tenemos que convertirnos nosotros en el principal medio de comunicación, que no estemos dependiendo de los medios de comunicación que están al servicio de la derecha."




Sin embargo la hora no había sonado aun. Utilizando las palabras que Jesusa había empleado poco más de cuarenta y ocho horas antes, una vez más fue "ahí viene el lobo". La resistencia civil pacífica tendría que aguardar aun. En espera que el gobierno federal a través del PAN presente la iniciativa de reforma energética dentro de una semana, dentro de quince días o cuando sea, los ciudadanos ganan tiempo y se organizan más y mejor, preparando lo que será el más grande esfuerzo civil para la transformación de México:



"La resistencia civil se inicia –como aquí lo estamos haciendo-- con la acción de reaccionar en voz alta y, como ya dijimos, no sólo es protesta, es avanzar hacia la transformación de la vida pública y en el proceso mismo ir creando una nueva corriente de pensamiento, que se arraigue y permanezca en la conciencia y en la vida cotidiana del pueblo."




La asamblea terminó y la gente ahí reunida tardó en dispersarse, ya que muchos de ellos aprovecharon y se inscribieron entusiastas en alguna de las brigadas.