domingo, junio 27, 2010

SME: "¡Hambrientos de justicia, hambrientos de igualdad..."

64 días con sus noches, con sus marchas, con sus altas y con sus bajas, es lo que lleva la huelga de hambre instalada en el corazón político del país. A pesar de la campaña de desprestigio en su contra y del cerco informativo aplicado desde hace meses, los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) no se dejan vencer, se reúnen y organizan jornadas informativas en varias ciudades para defenderse de los golpes mediáticos.




Diariamente desde el plantón de huelga de hambre, en punto de las siete de la noche, se realiza una marcha en apoyo a esta, que hasta hoy cuenta con 22 huelguistas. "¡Hambrientos de justicia, hambrientos de igualdad, hambrientos de trabajo y es por dignidad!" gritaban esta y otras consignas más para llamar la atención de los cientos de paseantes que aun deambulaban por la calles del Centro Histórico y la Alameda de la ciudad, todos volteaban y muchos suspendían su paseo para exclamar ¡son los electricistas! y perder sus miradas en el contingente con sus mantas y pancartas en lo alto, aceptando los volantes, escuchando las demandas y regalando alguna moneda para apoyar a la causa.





Más allá de la Alameda está la plancha el Zócalo en donde hay una fuerte protesta de resistencia pacífica, hay hombres y mujeres jugándose la vida, porque así lo eligieron, por que consideran que para cambiar las cosas de este país hay que hacer algo más.





Desde el interior del campamento, el Ingeniero Ugal Salgado con sesenta días en huelga de hambre, ha podido informar por medio de las redes sociales y narrando, desde su punto de vista, los acontecimientos más relevantes; desde la salida de alguno de sus compañeros hasta las inundaciones que sufren por las fuertes lluvias del verano.




El estado de ánimo de Ugal es de una entereza digna de admirar, siempre de buen humor y sonriente confirma que lo que hace es lo correcto por que es lo justo. Dice que le resulta increíble tener autoridades tan insensibles, como se demostró con el caso de la Guardería ABC y con otros muchos casos, "La Suprema Corte ya se va de vacaciones y lo que queremos es que resuelvan "algo", para bien o para mal pero que resuelvan" apuntó contundente. Sentado en su "oficina", así le llama a la pequeña mesa sobre la cuál están una computadora, una biblia abierta, un escrito magonista y una rosa; cuenta como son sus días de reflexión propia y colectiva, de la resistencia del cuerpo humano, de la confianza que tiene en el movimiento del SME y de lo mucho que se ha ganado hasta el momento.




Ultimamente los columnistas y periodistas de algunos medios se han rajan las vestiduras buscando a un responsable por el "secuestro" de la democracia, si caminan más allá de la Alameda ahí la podrán encontrar... el problema ahora, es que hablen de ella.

viernes, junio 25, 2010

SME: "¡Somos los electricistas..."

La nublada tarde del viernes no evitó que se reuniera un numeroso grupo de ciudadanos frente al campamento donde, desde hace ya sesenta y dos días, se lleva a cabo la huelga de hambre masiva de trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).





Como se hace cada tarde desde hace ya dos meses y dos días, a las siete de la tarde se escuchó el llamado para integrar al contingente. La entusiasta marcha tomó por las calles al oriente del Zócalo para recorrer poco más de cinco kilómetros en una hora con veinte minutos.





Durante el recorrido de casi medio centenar de cuadras por varios barrios del Centro Histórico de la Ciudad de México, la gente a su paso se asomó por las ventanas, detuvo su caminar por la acera para observar el paso del vigoroso contingente al tiempo que se comentan: "...son los electricistas".




La marcha cuenta en la avanzada con varios miembros del SME que, con gran facilidad de palabra, conocimiento y respeto, son los encargados de repartir y comentar la información que difunden en volantes e impresos y, si es posible, hacer que ingresen a su bote algunas monedas de solidaria ayuda para su movimiento.




Es muy notorio como es una gran mayoría de personas las que aceptan recibir la información que se les brinda y que la leen, contra un pequeño grupo que prefiere abstenerse de tomarla. Incluso muchos de los abordados por los miembros de este equipo de volanteo preguntan interesados información que no aparece en los medios de comunicación comerciales y muchos de ellos aceptan colaborar económicamente con el SME aportando algunas monedas o billetes.

La marcha regresó al Zócalo ya en la penumbra de una tarde nublada, tomando primero por la avenida 5 de Mayo para sorpresivamente tomar la calle de Madero por la calle de Bolivar.




En el campamento se recibió a los participantes en la marcha con júbilo. En reciprocidad, los que llegaban aplaudían a quienes han resistido en la protesta de huelga de hambre más de medio centenar de días, y en el caso del ingeniero Cayetano Cabrera, sesenta y dos sin probar alimento.




Durante una emotiva ceremonia se recordó a José Juan Rosales Pérez, trabajador del SME asesinado el miércoles pasado, encargado del campamento en avenida de los Insurgentes y el Paseo de la Reforma. Con veladoras en las manos, los veinticuatro huelguistas y todos dentro y fuera del campamento guardaron un minuto de silencio en memoria del compañero muerto. Al término todos se unieron en un colectivo aplauso, también por sesenta segundos, concluído el cual se exigió prontitud a la justicia para dar con los responsables del crimen..

miércoles, junio 23, 2010

SME: "¡El SME sin comer dispuesto a vencer!"

Dos meses ya han pasado desde que dio inicio la protesta de huelga de hambre de trabajadores miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), sesenta marchas de solidaridad han recorrido las calles del centro Histórico de la Ciudad de México para llamar la atención de la gente y hacerlas conscientes que el problema es de todos los mexicanos.




Sin importar el torrencial aguacero de verano que caía desde hacía ya media hora, la gente se reunió para participar en la marcha del día de hoy. Cubiertos con capas de plástico, impermeables y paraguas el numeroso contingente salió puntual por la calle de Corregidora, invitando a todos los que los miraban a unirse a la marcha.




"¡El SME sin comer dispuesto a vencer!" se escuchó gritar con energía mientras se avanzaba por la calle de Circunvalación, al llegar a San Pablo se viró hacia el poniente hasta la Avenida 20 de Noviembre y para regresar al campamento en el Zócalo.




El ingeniero Cayetano Cabrera Esteva, de 45 años de edad, cumple hoy sesenta días sin ingerir alimento. Es el único de la primera generación de participantes en la huelga de hambre que ha permanecido en ayuno total desde el inicio de la protesta.




Hoy en una breve alocución dejó en claro que él llevará su protesta hasta las últimas consecuencias, responsabilizando a Felipe Calderón Hinojosa del daño a la salud que pueda sufrir, deslindando al SME y a Martín Esparza de cualquier responsabilidad: "Yo me voy hasta el final" dijo con voz segura.





Varias porras se escucharon a favor del Ingeniero Cabrera y decenas de manos aplaudían solidarias al esfuerzo de su compañero. Quedan catorce valientes participantes, con más de cincuenta días de huelga de hambre, que han decidido jugarse la vida por defender lo que es justo. Hace unos días diez más se incorporaron a la protesta. Todos luchan por llamar la atención del Gobierno Federal y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero en especial de la gente, del ciudadano que el día de mañana va a estar en una situación laboral muy parecida a la de ellos.

lunes, junio 21, 2010

"¿Qué va a hacer México, sin ti, Monsi?"

Por una puerta lateral de Bellas Artes algunas personas se asomaban curiosas y entraban al oscuro interior. Subiendo una sección de la escalera de mármol y siguiendo el flujo de personas que ya se encontraban apretujadas en el entrepiso se llegaba donde centellaban los flashes: "Cheli" Sáizar pronunciaba los últimos fonemas de su discurso a nombre del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).



Unos minutos antes se había abierto la entrada al homenaje a Carlos Monsiváis al público en general. Hasta poco antes sólo habían sido admitidos al interior del Palacio altos funcionarios federales, familiares y algunos amigos cercanos.



Llegó hasta el podio negro Elena Poniatowska donde expresaría con gran sentimiento "¿Qué vamos a hacer sin ti, Monsi?", mientras la gente comenzaba a entrar masivamente al recinto. Los mariachis que siguieron a la sentida participación de Poniatowska se sintieron falsos, teatrales y parte de "el programa oficial" de "festejos" federales. Para entonces el público colmaba ya el entrepiso e ignoraba las insistentes órdenes de las edecanes del acto.



"¡Viva Monsi!", "¡Monsi es del pueblo!" y "¡Es un honor estar con Monsiváis!", se escuchaba del airado público que no entendía por qué una "guardia de honor" del selecto grupo que se encontraba en el área de invitados especiales les impedía mostrar a ellos su respeto ante el ataúd.



"¡Monsi no es vi-ai-pí!" corearon varios, Cheli Sáizar discutía con varias personas, sonriendo sin demasiado motivo. "¡Fuera!" se escuchó gritar a una voz con fuerza, los organizadores del gobierno federal tuvieron que hacerse a un lado para que la gente pudiera, de docena en docena y por breves segundos, formar parte de la guardia de honor alrededor del féretro. Espontáneamente se inició un gran aplauso junto al ataúd, se fue expandiendo por pasillos y escalinatas de mármol y emotivamente se mantuvo por varias minutos sin decaer.




Una valla se formó al centro de la escalinata principal del Palacio. Varias voces comenzaron a cantar el himno nacional mexicano y los pocos compases ya era entonado por todos. Al terminar, el ataúd fue levantado en hombros y descendido por la escalera rumbo al exterior acompañado de la consigna "¡Es un honor estar con Monsiváis!", dejando aislada a la comitiva federal en lo alto.




El féretro fue recibido en el exterior por miles que no habían podido ingresar ya a Bellas Artes. "¡Goya, goya..."! gritaban varios cuando la carroza fúnebre se puso en movimiento hacia el Eje Central, donde segundos más tarde partiría, acelerando de manera sorpresiva, rumbo al Zócalo.


sábado, junio 19, 2010

Tuiter y el efecto Monsi.

'Murió Carlos Monsiváis' era la frase que comenzaba a correr por el tuiter... un flash informativo en el portal del periódico Milenio: Reportan muerte de Carlos Monsiváis e inmediatamente se montaron a la pasarela virtual "los periodistas con arroba" (que es una especie de pedigree): @pepecardenas1, @rivapa, @federicoarreola, @leon_krauze o @lydiacachoi quien escribió: "Murió Carlos Monsiváis, cansado de México, amoroso y paciente se fue son su voz monocorde y su palabra sabia. Adios Maestro!" y frases de cajón copiadas del algún portal de "frases celebres" o de la parte trasera de algún calendario, pero que gustosos sus seguidores retuiteaban sin empacho alguno.

También hubo políticos que no desaprovecharon la ocasión para echar su tuit de condolencia pero la batalla había comenzado entre los informadores tuiteros que, sin dudar de su buena fe, dieron lecciones de redacción, conocimiento y reconocimiento para el gran Monsi.

La diferencia fue la honestidad de miles y miles de pequeños homenajes que los usuarios de tuiter escribían con escasos 140 caracteres, algunos con "ligas" a textos, colaboraciones, audios, videos, incluso hasta las fantásticas anécdotas sobre el maestro Monsiváis que tuiteaban los periodistas en su "batalla de los egos", daban un panorama al significado de la vida de Carlos Monsiváis para las letras y la cultura mexicanas.

viernes, junio 18, 2010

SME: Solidaridad

El campamento del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se alza en la esquina suroriental de la plancha del Zócalo, plaza tomada en el resto de su totalidad por los corrales de vallas metálicas, las puertas de acceso controlado y las gigantescas pantallas del FIFA Fan Fest, entretenimiento popular suscrito por el Gobierno del Distrito Federal y patrocinado entre otros por los sospechosos comunes: Coca Cola, Televisa, etc. Al fondo, la catedral Metropolitana parece enmarcar con su mole la pantalla principal.




Cincuenta y cinco días desde el inicio de la huelga de hambre masiva, en la que más de un centenar de mujeres y hombres han intentado llamar la atención de la Suprema Corte de Justicia, de las Cámaras Legislativas, del poder federal, de los medios de comunicación y la de millones de mexicanos. A los 17 huelguistas que continúan se han sumado el día de hoy diez más, reforzando así la lucha y la presencia en la protesta.




Contando con la compañía solidaria de un grupo de la Central Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) quien acompañó a la retaguardia del contingente principal, en la vanguardia de la marcha se encontraba Rodrigo Daniel Gutiérrez Villegas, huelguista que ha participado sin probar alimento desde el 29 de abril.




Frente a la calle de Madero, Rodrigo, con más de 50 días sin probar alimento, fue llevado de regreso al campamento, en medio de emotivas muestras de solidaridad y la consigna: "¡ahí se ve la fuerza del SME!".




La marcha prosiguió hacia el norte, hacia la plaza de Santo Domingo. En la Plaza de la Constitución el resto de los que luchan por sus derechos y en una causa justa esperan a que el pueblo los apoye y los escuchen.